El cobre siempre será un metal muy requerido por su utilidad en el transporte de electricidad, en adición a su capacidad de conductividad superior, el cobre contiene grandes propiedades de resistencia a la tracción, conductividad térmica y expansión térmica.

Considerando su ductilidad, este metal puede tomar diámetros muy finos lo que añade una propiedad adicional a las mencionadas anteriormente; en términos generales el cobre es un metal noble que no se oxida, no se degrada, no contamina y principalmente: es reciclable indefinidamente y es por esto que usualmente es blanco de hurto y robo afectando viviendas, corte en los servicios de comunicación y energía hasta provocar paradas no programadas de proyectos de construcción y operaciones extractivas.

A pesar que el robo de cable de cobre es un delito tipificado en el Código Penal Peruano bajo las categorías de hurto agravado y delito contra el patrimonio con penas que pueden fluctuar entre los 2 y 15 años, sigue siendo un negocio ilícito lucrativo y promovido por un mercado negro que puede llegar a pagar en promedio $7.4 US .por cada kilo de cobre robado.

¿Las causas que promueven el robo de cable de cobre?, son varias y todas importantes pero para identificarlas correctamente debemos ubicar el riesgo en un entorno específico y para efectos de nuestro ensayo nos enfocaremos en grandes obras de construcción (a quienes llamaremos contratante a partir de ahora). No mencionaremos el tipo de cable de cobre usado, diámetro, peso o marcas, nos centraremos en el origen de la pérdida y en algunas medidas genéricas de mitigación del riesgo de hurto y robo que debería adoptar la empresa.

Las causas raíz, de las cuales se desprenden otras secundarias, son principalmente: la falta de conciencia de Seguridad-Producción y la brecha que existe entre las áreas de Seguridad y Producción, a simple vista pueden confundirse pero cada una es independiente y arroja un ratio de riesgo que merece ser cuantificado.

La falta de conciencia de Seguridad-Producción se evidencia en las siguientes condiciones:

• Los contratistas no consideran la Seguridad ni la Protección de Activos como pilares en el incremento de sus índices de producción.
• El proceso de selección de operarios y empleados que realiza cada contratista no examina correctamente y a profundidad a sus candidatos.
• No se efectúan reuniones de capacitación en Protección de Activos, ni por cuenta del contratista ni por el contratante en beneficio de sus trabajadores y operarios.
• Existen ciertos encargados del área de Producción del contratante que no dan importancia a los reportes que remite el área de Seguridad alertando acerca de condiciones que favorecen la comisión de ilícitos en perjuicio de los contratistas. Cabe mencionar que estas condiciones de inseguridad son fomentadas por los mismos contratistas en su mayoría.
• Como es normal, la negligencia del área de Producción del contratante considera al área de Seguridad solo cuando se materializa un ilícito en perjuicio de cualquier contratista, responsabilizando por entero al servicio de seguridad y evadiendo su responsabilidad en el 99% de los casos, sin embargo son ellos quienes tienen la capacidad y autoridad para exigir el cumplimiento de estándares de seguridad a los contratistas.
• Las investigaciones que se realizan ocasionadas por pérdidas provocadas por hurto/robo, generalmente arrojan recomendaciones que no se toman en cuenta, por ello, la recurrencia de este tipo de incidentes se repite esporádicamente y este círculo delictual jamás termina.

La brecha que existe entre las áreas de Seguridad y Producción se puede resumir en algunas pocas condiciones como las siguientes:

• El esfuerzo de avance de la obra se centra en el rápido avance del proyecto (como es normal), sin embargo, el área de Producción no considera al área de Seguridad como socio estratégico operacional para el cumplimiento de sus objetivos, por lo cual las recomendaciones de este último, generalmente no son tomadas en cuenta.
• La escasa comprensión de las funciones de Prevención de Perdidas por parte del área de Producción facilita la poca o nula participación del área de Seguridad en la solución de problemas que facilitarían la reducción del riesgo en la totalidad de la obra y permitirían el avance del proyecto sin contratiempos.
• Y no menos importante: los celos profesionales, soberbia y falta de visión de algunos encargados del área de Producción, marcan una mayor distancia con el equipo de seguridad en cuanto a prevención y coordinación en el proceso de evitar pérdidas en perjuicio de la obra.

¿Cómo son aprovechadas estas vulnerabilidades internas por los operarios deshonestos?, se han detectado dos métodos de hurto de cable de cobre: desde el carrete que lo contiene o desde el tendido de cable ya colocado en bandejas/ductos listo para ser energizado.

Desde el carrete:

• Debido a que cada contratista tiene su propia área administrativa designada dentro de la obra, los carretes de cable de cobre se encuentran diseminados por distintas zonas (la mayoría de ellas lejos de la observación del servicio de vigilancia), esto favorece el corte de retazos de cable por operarios deshonestos que no son sujetos a control ni supervisión.
• Si bien es cierto algunos tramos de cable de cobre son utilizados para empalmes y/o extensiones, existen otros retazos que, so pretexto de efectuar una instalación, son cortados y terminan camuflados en una movilidad o un maletín para ser vendidos en el mercado negro.
• Como muestra de ignorancia supina o negligencia profesional, el área de Producción encarga el control de cortes de cable de cobre del carrete a los agentes de vigilancia ubicados en las proximidades, esta no es función de Seguridad y mucho menos el personal cuenta con conocimiento y herramientas de verificación efectiva que aseguren el buen uso del material.

Desde el tendido de cable colocado en bandejas/ductos:

• “A rio revuelto, ganancia de pescadores”. Este es el refrán que más se aplica a este tipo de hurto y sucede cuando, dentro de la obra se culmina con el tendido de cable de cobre en un lugar específico sin embargo en la misma área continúan los trabajos a cargo de otros contratistas destinados a otro tipo de tareas. El robo es cometido por los operarios de estas últimas y, dado que el área de Producción no designa a un responsable de supervisar los trabajos 24×7, pues cuando se hurta cable de cobre tendido la respuesta es sencilla: Seguridad debe asumir la responsabilidad por la pérdida.

Luego de resumir los antecedentes principales (existen muchos más) que facilitan el hurto/robo de cable de cobre, nos referiremos a partir de ahora a las medidas de mitigación del riesgo que de alguna manera lo pueden reducir. Recuerden que no existe la formula universal perfecta por lo que siempre el análisis de riesgo concienzudo y el equilibrio integral de cada una de las soluciones es sumamente importante para obtener resultados concretos y medibles. A continuación algunas medidas de mitigación de riesgo básicas:

• Para una mayoría, colocar un agente de vigilancia en un puesto fijo de observación es una solución inmediata. Puede ser cierto hasta cierto punto pero esta opción se cae por si sola cuando llega la facturación del mes y/o continúan ocurriendo perdidas aun con este servicio de vigilancia contratado y funcionando.
• La mejor herramienta de mitigación, (es mi opinión personal), es contar con un confiable sistema de video vigilancia en la obra que cubra el perímetro y las distintas etapas de la obra durante todo el avance hasta su culminación, esto significa que periódicamente estamos en la obligación de actualizar nuestro estudio de seguridad para, de acuerdo al movimiento de activos críticos, reconfigurar la posición de cámaras y sensores y continuar brindando protección al activo critico a custodiar. La analítica de las cámaras de video y un organizado pero efectivo equipo de respuesta facilitaran la detección e interrupción del avance de los operarios deshonestos que gustan de extraer cable de cobre para su beneficio personal.
• El siguiente elemento fundamental en la prevención de pérdida de cable de cobre es un detallado protocolo de inspección que permita mapear las potenciales áreas de riesgo, posición y ubicación del cableado de cobre, proyecciones de avance en su colocación y principalmente descubrir los intentos así como los cortes de material a tiempo como para recurrir a archivos de grabación y dar con los responsables. Este esfuerzo requiere la coordinación permanente entre las áreas de Seguridad y Producción.
• La implementación de personal capacitado (y con mucha personalidad y seguridad en sí mismo), que levante información en tiempo real de que empresas trabajan en el sitio donde se ubica el cable de cobre, número y nombre de los operarios, información general del trabajo y control de horarios es una acción tan disuasiva y efectiva como las enunciadas anteriormente. Recuerden que este personal debe ser capacitado permanentemente por ambas áreas responsables.

Existen otras herramientas de control y reducción del riesgo orientadas al hurto/robo de cable de cobre y si las conjugamos con las anteriores tendremos un eficaz panorama de supervisión y registro que evidencie nuestro trabajo de protección y prevención de pérdidas. Recordar que cada contramedida de protección va de la mano con el entorno y la amenaza (nivel de sofisticación), por lo que medir el impacto de pérdida es fundamental para facilitar su aprobación por la alta gerencia y su implementación posterior.

Espero estas breves ideas les permitan dar alguna solución a esta problemática que aqueja a empresas de casi todos los rubros, me despido y como siempre, los invito a comentar y enriquecer este artículo con su experiencia y conocimiento.



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